Desde aquí se ve todo,puedo ver las torres y antenas en los edificios, puedo verte a ti como hace mucho no lo hacía, la claridad y la luz en éste, mi espacio, me deja al pendiente de tu rostro fascinante. Te has movido, y el momento sólo duró un instante, sólo como para guardarlo en la fotografía eterna de la memoria, luego de esto volverás a ser frágil y mortal como siempre lo fuiste.
Todo desde aquí luce pequeño y a la vez inmenso, la profundidad de un todo me absorbe mas no a mi curiosidad, es entonces cuando las preguntas rompen a borbotones desde mis dedos llenándote los ojos de palabras irreconocibles.
Disfruto hasta lo más hundido de mi ser para estallar con ésta, la más banal de mis vivencias.
Luego bajamos y yo dejo de explayar los sentidos y vuelvo a ser la niña, mientras tú regresas al papel de aquel que se desocupa de mi, que se le olvida que aún estoy confundida.
Por: KJV
Foto de: Ricardo Toriz