miércoles, 20 de octubre de 2010

Mirador

Aún puedo sentir el viento que se agolpa en mis cabellos, los menean locamente por mi rostro hasta picarme los ojos.
Desde aquí se ve todo,puedo ver las torres y antenas en los edificios, puedo verte a ti como hace mucho no lo hacía, la claridad y la luz en éste, mi espacio, me deja al pendiente de tu rostro fascinante. Te has movido, y el momento sólo duró un instante, sólo como para guardarlo en la fotografía eterna de la memoria, luego de esto volverás a ser frágil y mortal como siempre lo fuiste.
Todo desde aquí luce pequeño y a la vez inmenso, la profundidad de un todo me absorbe mas no a mi curiosidad, es entonces cuando las preguntas rompen a borbotones desde mis dedos llenándote los ojos de palabras irreconocibles.
Disfruto hasta lo más hundido de mi ser para estallar con ésta, la más banal de mis vivencias.
Luego bajamos y yo dejo de explayar los sentidos y vuelvo a ser la niña, mientras tú regresas al papel de aquel que se desocupa de mi, que se le olvida que aún estoy confundida.









Por: KJV
Foto de: Ricardo Toriz

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