martes, 5 de julio de 2016

Arreglo personal.

Hoy traigo ese vestido negro que me pone impropia, aún debe guardar el sudor de tu frente, aún huele a cuartos blancos, de dimensiones indefinidas. Aún me tapa la cara si llego a sentir vergüenza ante ti.

Me arreglé el cabello  esperando a que llames y conciertes una cita conmigo para hablar de cosas importantes (de proyectos eternos/ imágenes irrepetibles/ talentos ajenos), reírnos mientras leemos en voz alta para luego perder la cabeza. Cerrarnos en el olor de los cuerpos perfumados, de tu espalda que sabe a un dulce enorme, enredarnos en el sillón, frente a las ventanas sin cortinas, mientras llueve recio como nosotros.

Pensando en verte, hoy usé un labial a juego, para estar con gente que conocemos y charlar con ellos, beber un poco y ponerme inquieta, para que te acerques despacio sin decirme nada y me lleves por un cigarro, bailes conmigo o del otro lado del salón.Quiero que me contemples, que veas cómo se me acercan y reímos todos alto y grotesco, que te comas la complicidad con un sorbito de cerveza. Cuando nos vallamos con la música en las orejas, las manos que aún se mueven con sonidos suaves, con ritmos concretos y redondos.


Traigo las medias de punto ansiosa de encontrarte, y hagas de mí lo que sea prudente.

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